Este cuadro capta el recorrido del deshielo que se forma en la cima de una montaña de cualquier cadena montañosa, en que lentamente, la nieve, pasa a estado líquido a causa del calor del sol. Así, nace cada gota que, en conjunto, conforman un pequeño arroyo, cuya agua fresca y transparente se desliza entre las grandes rocas de la montaña. El arroyo se convierte en río y no solo lleva agua sino también peces, pequeñas piedras, emociones, sueños, proyectos de vida, ideas, personas, pueblos enteros de diversas etnias con sus respectivos productos culturales, estilos de vida, objetos obstractos y todo tipo de arte acorde con la celebración. Por fin, el río de cosas, la vida misma, se funde con el mar, hecho natural que indica que el tema ha culminado.
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